Seguridad en el Trabajo: El Asma y los animales
Cómo prevenir el asma
en las personas que trabajan con animales
Publicación No. 97-116 de DHHS (NIOSH)
Cómo prevenir el asma en las personas que trabajan con animales
¡ADVERTENCIA!La exposición a animales o a productos animales en el lugar de trabajo puede causar asma y alergias. |
Las personas que trabajan con animales deben tomar precauciones para protegerse contra la exposición a animales y a productos animales. Estas precauciones son:
- Trabajar con los animales en áreas ventiladas o gabinetes de seguridad en la medida de lo posible.
- No utilizar ropa de calle para trabajar con animales.
- Dejar la ropa de trabajo en el lugar de trabajo para evitar posibles problemas de exposición entre los miembros de la familia.
- Mantener limpias las jaulas y las áreas de los animales.
- Reducir el contacto de la piel con productos animales como caspa, suero y orina usando guantes, batas de laboratorio y respiradores de partÃculas con careta autorizados.
Los empleadores de personas que trabajan con animales deben tomar precauciones para proteger a los trabajadores contra la exposición a animales y a productos animales. Estas precauciones son:
- Modificar los sistemas de ventilación y filtración:
—Incrementar el ritmo de ventilación y la humedad en áreas que alberguen animales.
—Ventilar las áreas con animales y las áreas donde se trabaja con animales por separado del resto de las instalaciones.
—Hacer que la circulación del aire no esté dirigida hacia los trabajadores sino hacia la parte posterior de las jaulas de los animales.
—Instalar estantes con jaulas de animales ventiladas o filtros en la parte superior de las jaulas.
- Reducir la densidad animal (numero de animales por metro cúbico del volumen del lugar).
- Mantener limpias las jaulas y las áreas de los animales.
- Usar colchones absorbentes en los lechos. Si éstos no están disponibles, deben usarse lechos de mazorcas de maÃz en vez de lechos de aserrÃn.
- Usar especies de animales o de cierto sexo que se sepa son menos alérgenicas que otras.
- Ofrecer equipos de protección para las personas que trabajan con animales como guantes, batas de laboratorio y respiradores de partÃculas con careta autorizados.
- Ofrecer capacitación para educar a los trabajadores sobre las alergias provocadas por animales y las medidas de precaución que hay que seguir para reducir los riesgos.
- Ofrecer exámenes de salud, consejerÃa adecuada y seguimiento médico para los trabajadores que se hayan sensibilizado o hayan resultado con sÃntomas de alergias.
Cómo prevenir el asma en las personas que trabajan con animales
¡ADVERTENCIA!La exposición a animales o a productos animales en el lugar de trabajo puede causar asma y alergias. |
El Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacionales (NIOSH, por sus siglas en inglés) solicita asistencia en la prevención de asma y alergias en las personas que trabajan con animales. Aproximadamente 2 millones de trabajadores tienen trabajos que requieren un contacto constante con animales o productos animales [Brooks 1992]. Cerca de un 33% de las personas que trabajan con animales experimenta sÃntomas de alergias y aproximadamente un 10% tiene sÃntomas de asma inducida por animales. [Chan-Yeung and Malo 1994]. Los animales o productos animales como caspa, pelo, escamas, piel, saliva y desechos corporales contienen potentes alergenos que pueden causar tanto trastornos respiratorios como de la piel. Entre los trabajadores en riesgo se encuentran los técnicos de laboratorios de animales y técnicos veterinarios, los investigadores, los veterinarios y otras personas que tienen una relación cercana y prolongada con animales o sus secreciones o excreciones. También están en riesgo los trabajadores que manipulan productos animales o materiales relacionados como los lechos y la alimentación.
Esta Alerta describe tres informes de casos de trabajadores afectados por la exposición a los animales. Las recomendaciones presentadas a continuación pueden ayudar a reducir esas exposiciones y a prevenir el asma y las alergias inducidas por animales.
ANTECEDENTES |
El asma y las alergias relacionadas con animales son reacciones exageradas del sistema inmunológico del cuerpo a las proteÃnas animales, también conocidas como alergenos. Las fuentes de estos alergenos son, entre otras, la caspa animal, las escamas, el pelaje o piel, los desechos corporales y la saliva. [Bardana 1992; Lincoln et al. 1974].
La inhalación es una de las formas más comunes en la que los alergenos entran al cuerpo. Después de un perÃodo de tiempo (a menudo de varios meses y en ocasiones años), los trabajadores pueden haber inhalado cantidades suficientes de alergenos para hacerse sensiblesCes decir, resultan con sÃntomas si se exponen otra vez aunque sea a partÃculas muy pequeñas de un alergeno [Bardana 1992; Chan-Yeung y Malo 1994]. Actualmente no hay disposiciones para proteger a los trabajadores contra problemas alérgicos como consecuencia de la exposición al polvo derivado de animales y transportado por el aire.
El diagnóstico de una alergia animal o sensibilidad se hace utilizando pruebas cutáneas por pinchazo, pruebas de anticuerpos en la sangre y otros métodos. Los sÃntomas varÃan entre los trabajadores que se han sensibilizado a los animales. Entre las reacciones leves se encuentran los estornudos y el flujo nasal (moqueo). Las reacciones más graves a los alergenos inhalados pueden ser sÃntomas de asma como tos, presión en el pecho, jadeo o dificultad para respirar. En los trabajadores sensibilizados, las reacciones se presentan a menudo poco después de la exposición al animal o al producto animal, pero a veces demoran de 2 a 8 horas o más.
Un trabajador que ha presentado los sÃntomas de asma debido a alergias provocadas por los animales a menudo mejora o se recupera completamente si ha suspendido inmediatamente la exposición a los polvos que contienen los alergenos animales. Sin embargo, entre más tiempo quede expuesto el trabajador, más probabilidades hay de que persista la enfermedad aun si se ha suspendido el contacto con los animales.
Los sÃntomas de asma y de las alergias relacionadas con animales pueden ser graves y requerir que los trabajadores afectados cambien de trabajo o de carrera. [Bardana 1992]. Los trabajadores afectados y sus empleadores deben asumir los costos del tratamiento, el tiempo no trabajado y la discapacidad temporal o hasta permanente. [Newill et al. 1986].
FUENTES COMUNES DE EXPOSICIÓN |
Las fuentes de exposición a los alergenos animales varÃan de acuerdo con las especies de animales. Por ejemplo, los alergenos más importantes han sido encontrados en la orina de ratas y en la orina, saliva y en la piel de los conejillos de indias (cobayas) [Chan-Yeung and Malo 1994]. La orina de las ratas contiene cantidades significativas de una proteina que también se encuentra en las muestras de polvo de los sistemas de ventilación de instalaciones que albergan animales [Bardana 1992]. Otras fuentes importantes de exposición a los alergenos son la piel de conejos, la saliva y la caspa de los gatos, la caspa de los perros y el suero y la caspa de los caballos [Bardana 1992].
La exposición a ratas, ratones y conejos ha sido relacionada frecuentemente con la aparición del asma ocupacional. También se ha informado sobre especies diferentes a los mamÃferos que causan sÃntomas respiratoriosCpor ejemplo, varios tipos de insectos y de ranas (que son comúnmente utilizadas en los salones de clase) [Bardana 1992]. Se ha asociado la exposición a los pájaros con otras enfermedades respiratorias, entre ellas, la neumonitis por hipersensibilidad [Parker et al. 1992]. Una persona que se vuelve alérgica a una especie de animales puede también tener reacciones a otras especies. Aun una exposición baja a estas fuentes comunes de alergenos animales puede ocasionar alergias, pero el riesgo aumenta a medida que se incrementa la exposición del trabajador. [Hollander et al. 1997].
TIPOS DE PERSONAS QUE TRABAJAN CON ANIMALES QUE ESTÃN EN RIESGO |
Tal parece que todas las personas que trabajan con animales están en riesgo de resultar con sÃntomas de alergias relacionadas con el trabajo. Sin embargo, los trabajadores que tenÃan sÃntomas o signos de alergias antes de que empezaran a trabajar con animales tienen más probabilidades de contraer asma inducida por animales [Beckett 1994; Chan-Yeung y Malo 1994]. Los trabajadores alérgicos, en particular los que están sensibilizados a animales domésticos como gatos y perros, tienen más probabilidad de adquirir sensitividad a los animales de laboratorio y asma que los trabajadores que no son alérgicos [Bryant et al. 1995].
Los estudios hechos de trabajadores expuestos a los animales relacionan muchas ocupaciones con un riesgo mayor de contraer asma y otros sÃntomas respiratorios [Lutsky et al. 1985; Zejda et al. 1993; Zuskin et al. 1992a,b; Bar-Sela et al. 1984]. Entre estas ocupaciones se encuentran los trabajadores de laboratorios de animales, veterinarios, criadores de animales, trabajadores de la industria de la confección y trabajadores de caballerizas. Los riesgos relacionados con algunas de estas ocupaciones están delineados a continuación.
Trabajadores de laboratorios de animales
Los trabajadores están expuestos a los animales de laboratorio en la industria farmaceútica, en laboratorios de universidades, en unidades de investigación y en instalaciones para la reproducción de animales [Chan-Yeung and Malo 1994]. La mayorÃa de reacciones a la exposición en estas instalaciones está relacionada con animales pequeños como por ejemplo roedores. También se ha informado de reacciones relacionadas con primates, gatos, perros y animales domésticos de granja [Lincoln et al. 1974].
El contacto con los animales ocurre durante la alimentación, la limpieza, la aplicación de dosis, el sacrificio, la cirugÃa y la recolección de fluÃdos corporales, la medición y el transporte entre instalaciones [Harries and Cromwell 1982]. Los trabajadores están expuestos a la caspa animal, al pelo, a la orina, a la saliva, a los tejidos y al suero [Harries y Cromwell 1982].
La alergia relacionada con animales constituye uno de los peligros para la salud más importantes que enfrentan los trabajadores de los laboratorios de animales [Newman-Taylor and Gordon 1993]. Las encuestas de salud de personas que trabajan actualmente en laboratorios de animales indican que hasta el 56% están afectadas por alergias relacionadas con animales [Aoyama et al. 1992; Bardana 1992; Bryant et al. 1995; Hunskaar and Fosse 1993; Kibby et al. 1989; Lutsky et al. 1985; Newill et al. 1986; Zejda et al. 1993]. En una encuesta de 5,641 trabajadores de 137 instalaciones que albergan animales, el 23% tenÃa sÃntomas alérgicos relacionados con los laboratorios de animales. De los trabajadores que tenÃan sÃntomas, el 82% tenÃa sÃntomas nasales o de los ojos, el 46% tenÃa problemas de la piel y el 33% tenÃa asma. Estas cifras no incluyen personas que ya no trabajaban en esa área porque se enfermaron y no pudieron continuar trabajando.
Veterinarios y técnicos veterinarios
Se ha observado un incremento de la prevalencia de asma, infecciones respiratorias y enfermedades obstructivas de los pulmones entre los veterinarios. Las personas que trabajan con animales grandes parecen tener menos problemas con asma y alergias que las personas que trabajan con animales pequeños [Lutsky et al. 1985].
Criadores de animales
La rinitis y el asma ocupacional son efectos reconocidos de trabajar con animales de crÃa como ganado, cerdos, ovejas y cabras. Se ha visto que los criadores de cerdosCen particular, aquellos que trabajan en áreas confinadas de gran tamaño con insuficiente ventilaciónCpresentan jadeo y tos crónica [Zejda et al. 1993; Zuskin et al. 1992b].
Trabajadores de la industria de la confección
Los trabajadores de la industria de la confección pueden tener reacciones alérgicas a la piel y pelaje asà como a los textiles hechos de productos animales como lana, cachemira, alpaca, vicuña y mohair [Bardana 1992].
Trabajadores a cargo de caballos
La exposición a los caballos presenta un riesgo para los trabajadores de la agricultura, los agentes de policÃa montada y los ayudantes de hipódromos y establos.
EFECTOS SOBRE LA SALUD |
La exposición a los alergenos de animales transportados por el aire puede ocasionar inicialmente irritación nasal, de los ojos y de la garganta asà como urticaria en la piel [Ohman 1978; Lincoln et al. 1974]. Casi el 50% de los trabajadores que tienen estos sÃntomas empiezan a presentar sÃntomas de asma como episodios recurrentes de tos, jadeo, presión en el pecho y dificultad para respirar [Bardana 1992]. Usualmente, los sÃntomas nasales aparecen primero; el asma ocupacional sin sÃntomas nasales no es común. Una vez que la persona se ha sensibilizado a los animales, los sÃntomas de las alergias pueden presentarse a sólo unos pocos minutos de la exposición o pueden demorarse en aparecer hasta 8 horas o más. En casos graves, pueden presentarse reacciones anafilácticas (entre ellas el shock), aunque esto es de muy rara ocurrencia.
Los sÃntomas de asma pueden presentarse por primera vez mucho después de que la persona ha empezado a trabajar con animales. La alergia a los animales de laboratorio usualmente ocurre dentro de los 36 meses siguientes al inicio de la exposición y en la mayorÃa de los casos se genera después de los 6 a los 36 meses de la exposición. Los trabajadores a cargo de animales que no se vuelven alérgicos después de 3 años de exposición tienen menos probabilidades de presentar el problema después de largas exposiciones. [Aoyama et al. 1992]. Sin embargo, un estudio de 16 trabajadores de aves de corral con sÃntomas de asma y rinitis mostró que la aparición de los sÃntomas puede demorar hasta 10 años [Bar-Sela et al. 1984].
Después de que acaba la exposición, los sÃntomas nasales y de los ojos desaparecen a menudo al corto tiempo, pero los sÃntomas de los pulmones tienden a persistir [Newman-Taylor and Gordon 1993]. En el caso de los trabajadores de aves de corral, los sÃntomas nasales y el asma fueron persistentes aún después de que los trabajadores afectados dejaran de trabajar en la granja avÃcola [Bar-Sela et al. 1984].
INFORMES DE CASOS |
Caso 1 - Exposición a las ratas de laboratorio
Una trabajadora de 21 años de edad en una compañÃa farmaceútica era la encargada de preparar las ratas para los experimentos. Ella no tenÃa enfermedades respiratorias previas, pero tenÃa historia familiar de alergias. Tres meses después de empezar a trabajar, la trabajadora empezó a notar urticaria en sus antebrazos y manos. Sus sÃntomas empeoraron hasta llegar al punto de que cada contacto directo con las ratas le producÃa urticaria. Usar guantes alivió el problema, pero los guantes no le permitÃan realizar su trabajo de la manera adecuada.
La trabajadora empezó después a sufrir episodios de estornudos, secreción nasal, lagrimeo y presión en el pecho. Fue transferida a otro departamento y los sÃntomas cesaron. Sin embargo, los sÃntomas volvÃan a aparecer si ella entraba a un cuarto con ratas o a un lugar donde habÃan albergado ratas previamente. La trabajadora dio positivo en pruebas cutáneas a la caspa de animales y al pelo de las ratas. También tenÃa anticuerpos elevados (IgE) a varias proteÃnas de las ratas [DeGroot and Messerschmidt 1984].
Caso 2 - Exposición a los conejos
Un médico de 32 años de edad habÃa trabajado en un projecto de investigación con conejos durante 2 años y medio. Él tenÃa alergia a los gatos pero no a los ácaros del polvo doméstico (dust mites) u otros alergenos comunes. El médico presentó un empeoramiento progresivo de congestión nasal e irritación en los ojos. Durante su trabajo con uno de los conejos, se pinchó con una aguja por accidente. En un perÃodo de 15 minutos, el médico notó rasquiña progresiva, hinchazón de la cara, urticaria, presión en la garganta e imposibilidad para hablar. Fue admitido en el hospital donde recibió tratamiento de emergencia debido a shock anafiláctico. Sus sÃntomas se estabilizaron en un perÃodo de 5 horas. Las muestras de sangre mostraron aumento de anticuerpos (IgE) a la caspa de los gatos y al epitelio de los conejos. Los anticuerpos al epitelio de los conejos disminuyeron en un perÃodo de 6 meses después de que dejó el trabajo que involucraba el contacto con conejos. [Watt and McSharry 1996].
Caso 3 - Exposición a varios animales
Treinta y ocho estudiantes fueron examinados durante su primer año de capacitación como técnicos de laboratorio (el promedio de edad era de 21 años). Ellos fueron reexaminados después de trabajar en varios laboratorios de animales (principalmente ratas, ratones y conejos) durante un perÃodo promedio de 18 meses. Hasta ese momento, nueve estudiantes (24%) habÃan contraÃdo alergias a los animales de laboratorio. Los sÃntomas eran, entre otros, irritación nasal y de los ojos en siete estudiantes, sarpullido en cuatro y problemas del pecho en tres. De los nueve estudiantes con alergias provocadas por animales, siete tuvieron reacciones al antÃgeno de rata o ratón en pruebas cutáneas por pinchazo y ocho mostraron reacciones similares al asma durante pruebas de los pulmones [Renström et al. 1995].
CONCLUSIONES |
El asma y otras enfermedades respiratorias pueden generarse en personas cuyo trabajo requiere el contacto cercano con animales y productos animales. El asma en las personas que trabajan con animales puede ocasionar sÃntomas respiratorios que son severos y persistentes. Estos sÃntomas pueden ocasionar discapacidad permanente u obligar a un cambio de trabajo. Los trabajadores en riesgo de resultar con sÃntomas deben ser aconsejados para que tomen precauciones a fin de evitar o minimizar las exposiciones. Varios métodos para reducir la exposición y disminuir el riesgo de sensibilización están a disposición de empleadores y trabajadores. La vigilancia médica de los trabajadores expuestos y la prestación de medidas de rehabilitación para los trabajadores que presentan sÃntomas pueden reducir más el riesgo permanente de efectos negativos sobre la salud. Muchos casos de asma relacionada con animales pueden prevenirse si se actúa a tiempo y de manera adecuada.
RECOMENDACIONES |
NIOSH recomienda las siguientes medidas para reducir la exposición a los alergenos animales en el lugar de trabajo y prevenir el asma y las alergias inducidas por animales:
1. Modificar los sistemas de ventilación y filtración:
- Incrementar el ritmo de ventilación y la humedad en áreas en las que se albergan animales.
- Ventilar las áreas con animales y las áreas donde se trabaja con animales por separado del resto de las instalaciones.
- Hacer que la circulación del aire no esté dirigida hacia los trabajadores sino hacia la parte posterior de las jaulas de los animales.
- Instalar estantes con jaulas de animales ventiladas o filtros en la parte superior de las jaulas.
2. Trabajar con los animales en áreas ventiladas o gabinetes de seguridad en la medida de lo posible.
3. Reducir la densidad animal (numero de animales por metro cúbico del volumen del lugar).
4. No utilizar ropa de calle para trabajar con animales. Dejar la ropa de trabajo en el lugar de trabajo para evitar posibles problemas de exposición entre los miembros de la familia.
5. Mantener limpias las jaulas y las áreas de los animales. Poner atención especial para controlar la exposición durante la limpieza.
6. Usar colchones absorbentes en los lechos. Si no están disponibles, usar lechos con mazorcas de maÃz en vez de lechos de aserrÃn.
7. Usar especies de animales o de cierto sexo que se sepa son menos alergénicas que otras.
8. Reducir el contacto de la piel con productos animales como caspa, suero y orina usando guantes, batas de laboratorio y respiradores de partÃculas con careta autorizados.
9. Ofrecer capacitación para educar a los trabajadores sobre las alergias provocadas por animales y las medidas de precaución que hay que seguir para reducir los riesgos.
10. Ofrecer exámenes de salud, consejerÃa adecuada y seguimiento médico para los trabajadores que se hayan sensibilizado o hayan resultado con sÃntomas de alergias.
Estas recomendaciones se analizan brevemente en las siguientes subsecciones.
Factores ambientales
La exposición a los alergenos transportados por el aire es afectada por el patrón de la circulación del aire, la filtración del aire, el tipo de lechos y la humedad [Newman-Taylor and Gordon 1993]. La manipulación de estos factores ambientales ha reducido o eliminado exitosamente el riesgo de alergias inducidas por animales [Ohman 1978]. Por ejemplo, los patrones de la ventilación de los cuartos pueden ser manipulados para reducir la exposición a los alergenos animales en el lugar de trabajo. Se debe evitar la recirculación del aire a menos que el aire se filtre bien para eliminar las caspas animales y los olores [Lincoln et al. 1974; Ohman 1978]. Incrementar el ritmo de ventilación y de humedad disminuye la cantidad de proteina urinaria de rata presente en el aire del laboratorio [Newman-Taylor and Gordon 1993; Hunskaar and Fosse 1993]. La exposición a los alergenos también se reduce al realizar el trabajo con los animales dentro de cubiertas ventiladas en gabinetes de seguridad, al hacer que la circulación del aire no esté dirigida hacia los trabajadores sino hacia la parte posterior de las jaulas y al utilizar estantes con jaulas de animales ventiladas o filtros en la parte superior de las jaulas [Lincoln et al. 1974].
Para prevenir la dispersión de alergenos, no se debe utilizar ropa de calle durante el trabajo con los animales. Los posibles problemas para los miembros de la familia de los trabajadores pueden minimizarse al guardar y lavar la ropa ropa de trabajo en el lugar de trabajo [Ohman 1978; Lincoln et al. 1974]. 1974].
Factores para tener en cuenta en el mantenimiento de los animales
Los siguientes factores para tener en cuenta en el mantenimiento de los animales influyen en la exposición de los trabajadores a los alergenos transportados por el aire:
- Densidad animal (numero de animales por metro cúbico del volumen del lugar).
- Actividad (barrer y limpiar las jaulas, lo que puede resultar en una exposición muy alta)
- Diseño de la jaula
- Tipo de lechos [Eggleston and Wood 1992; Newman-Taylor and Gordon 1993; Bardana 1992]
Se ha demostrado que la eliminación de los lechos de aserrÃn y el uso de colchones absorbentes como material de lechos reduce las concentraciones de alergenos en el aire [Gordon et al. 1992]. Si no hay colchones absorbentes, los lechos de mazorcas de maÃz son preferibles a los de aserrÃn [Sakaguchi et al. 1990; Edwards et al. 1983]. Siempre deben utilizarse aspiradoras o bancos de ventilación al limpiar las jaulas para evitar la exposición por el aire.
Animales menos alergénicos
Parece que algunos animales producen reacciones alérgicas en los trabajadores con más frecuencia que otros. Por ejemplo, las ratas macho son más alergénicas que las ratas hembra y las ratas en general son más alergénicas que los conejos. Utilizar especies menos alergénicas o de cierto sexo puede ayudar a reducir los riesgos [Hunskaar and Fosse 1993; Newman-Taylor and Gordon 1993; Bardana 1992].
Contacto con la piel
Evitar el contacto de la piel con productos animales como caspa animal, suero y orina no ha mostrado ningún beneficio, pero puede reducir el riesgo de sensibilización. Usar guantes, batas de laboratorio y respiradores de partÃculas con careta autorizados puede disminuir la exposición por medio de la piel [Lincoln et al. 1974; Newman-Taylor and Gordon 1993; Bardana 1992].
Capacitación
A los trabajadores en riesgo de contraer asma y alergias relacionadas con animales debe ofrecérseles capacitación que explique el tipo y forma de aparición de los sÃntomas tÃpicos, la importancia de la detección e intervención temprana y los procedimientos que los trabajadores y jefes deben seguir para reducir el riesgo de la sensibilización.
Monitoreo y vigilancia médica
La vigilancia médica constante para detectar los sÃntomas de asma puede ayudar a proteger la salud de las personas que trabajan con animales. Los exámenes médicos y los cuestionarios estandarizados pueden identificar a los trabajadores que presenten sÃntomas tempranos de asma [Venables et al. 1993]. Los trabajadores que informan sobre sÃntomas relacionados con el trabajo (estornudos, flujo nasal o moqueo, presión en el pecho, jadeo y episodios de tos o dificultad para respirar) deben recibir evaluaciones más completas y ser atendidos en forma temprana, si esto es lo adecuado. El conocimiento actual sugiere que la terminación temprana de la exposición a los animales por parte de los trabajadores con sÃntomas de asma puede reducir el riesgo de que resulten con sÃntomas de larga duración. La espirometrÃa y las pruebas de anticuerpos en la sangre también han sido utilizadas para la vigilancia médica del asma, pero todavÃa no se ha definido su papel exacto. NIOSH ha elaborado una definición de caso de vigilancia para el asma ocupacional (consulte el Anexo). Esta definición puede servir de guÃa para las evaluaciones médicas.
Algunos trabajadores con asma y alergias relacionadas con animales pueden mejorar o recuperarse completamente de los sÃntomas, mientras que otros pueden presentar sÃntomas persistentes. Varios factores tienen que ver con este resultado. Es más probable que las personas no presenten buena recuperación si tienen:
—sÃntomas por un perÃodo largo de tiempo antes de que se reconozca la afección.
—una enfermedad grave al momento del diagnóstico (de acuerdo con los resultados de las pruebas de la función pulmonar y de receptividad de las vÃas respiratorias), o
—un perÃodo largo de exposición antes de presentar los sÃntomas [Venables and Chan-Yeung 1997; Paggiaro et al. 1994].Por lo tanto, la demora en reconocer la afección o suspender la exposición puede ocasionar una enfermedad pulmonar y discapacidad más grave y persistente [Brooks 1992].
Algunos empleadores han utilizado exámenes antes del empleo para identificar a trabajadores con alto riesgo de presentar asma y alergias relacionadas con animales. Si embargo, ninguna evidencia indica que el uso de un criterio en particular puede predecir cuáles trabajadores se volverán alérgicos o presentarán asma y alergias relacionadas con animales [Aoyama et al. 1992; Kibby et al. 1989]. Los trabajadores con una historia de enfermedad alérgica corren un riesgo mayor, pero este criterio no es útil para la detección médica precoz. Por ejemplo, en un grupo de trabajadores que llenaron el cuestionario como herramienta de detección, solamente 3 de los 12 trabajadores con una historia de alergias presentaron asma inducida por animales. El criterio de detección hubiera excluido a nueve trabajadores que no presentaron este problema. [Kibby et al. 1989].
La presencia de anticuerpos (IgE) en el suero de los trabajadores tampoco permite hacer una correlación con la presencia de sÃntomas o la aparición de la enfermedad. Los exámenes de detección previos al empleo para detectar factores de riesgo en la aparición de alergias no son, por lo tanto, justificados. [Aoyama et al. 1992].
ConsejerÃa adecuada para los trabajadores afectados
Los sÃntomas de asma ocupacional deben ser reconocidos en forma temprana y los trabajadores afectados deben retirarse de los lugares de exposición a los alergenos debido a que la exposición prolongada puede ocasionar una enfermedad irreversible. Sin embargo, retirarse del lugar de exposición no siempre conduce a una recuperación completa [Venables and Chan-Yeung 1997]. Solamente cerca del 50% de personas con asma ocupacional causada por diferentes factores se recupera completamente después de suspender la exposición [Brooks 1992].
Algunos trabajadores pueden no estar dispuestos a dejar sus trabajos a pesar de los problemas de salud. Al trabajador que sufra reacciones alérgicas graves o que amenacen su vida debe recomendársele enfáticamente que cambie de trabajo debido a que no hay una estrategia preventiva completamente eficaz [Newman-Taylor and Gordon 1993].
A los trabajadores con sÃntomas que deseen seguir trabajando con animales deben avisárseles sobre los riesgos. Es necesaria una vigilancia médica cuidadosa para asegurar un control adecuado de la enfermedad. El uso estricto de los respiradores de partÃculas autorizados (como parte de un programa formal de protección respiratoria), las prácticas laborales prudentes y una limpieza y mantenimiento cuidadoso del lugar de trabajo pueden permitirle a una persona con asma leve seguir trabajando [Brooks 1992]. Sin embargo, no se recomienda el uso rutinario de los respiradores como una técnica para el control de los alergenos [Lincoln et al. 1974]. Si se han seguido todas las precauciones para reducir la exposición y se hace necesario un tratamiento prolongado (por ejemplo, la utilización de tabletas de esteroides) o si ocurren repetidos ataques de asma, el trabajador afectado debe abandonar el trabajo que lo está afectando.
Vigilancia y notificación de enfermedades
NIOSH recomienda que los departamentos de salud de los estados efectúen la vigilancia del asma ocupacional. A fin de incrementar la uniformidad de los informes, NIOSH recomienda guÃas generales para la preparación de informes y una definición de caso de vigilancia de asma (consúltese el Anexo). Se recomiendan estas guÃas generales y la definición de caso para la vigilancia de salud pública de casos de asma relacionados con el trabajo y sobre los cuales informen los médicos y otros proveedores de cuidados de la salud. Para 1998, tres departamentos de salud estatales (California, Massachusetts y Michigan) recibÃan fondos de NIOSH para actividades de vigilancia del asma ocupacional.
RECONOCIMIENTOS |
Los principales colaboradores en esta Alerta fueron Gina Buono, Bradley Husberg, Hector Ortega, Edward Petsonk, Dorothy Tan-Wilhelm y John Parker. SÃrvase dirigir sus comentarios, preguntas o peticiones para obtener información adicional a la siguiente dirección:
Director
Division of Respiratory Disease Studies
NIOSH
1095 Willowdale Road
Morgantown, WV 26505-2888Teléfono, (304) 285-5750; o llame al 1-800-35-NIOSH (1-800-356-4674).
Le estamos muy agradecidos por su ayuda en proteger las vidas de los trabajadores estadounidenses.
Linda Rosenstock, M.D., M.P.H.
Directora, Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacionales
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
REFERENCIAS |
Aoyama K, Ueda A, Manda F, Matsushita T, Ueda T, Yamauchi C [1992]. Allergy to laboratory animals: an epidemiological study. Br J Ind Med 49(1):41-47.
Bardana EJ Jr. [1992]. Occupational asthma and related conditions in animal workers. In: Bardana EJ Jr., Montanaro A, O'Hollaren MT, eds. Occupational asthma. Philadelphia, PA: Hanley & Belfus.
Bar-Sela S, Teichtahl H, Lutsky I [1984]. Occupational asthma in poultry workers. J Allergy Clin Immunol 73(2):271-275.
Beckett WS [1994]. The epidemiology of occupational asthma. Eur Respir J 7:161-164.
Brooks SM [1992]. Occupational and environmental asthma. In: Rom WN, ed. Environmental and occupational medicine. 2nd ed. Boston, MA: Little, Brown and Company, pp. 393-446.
Bryant DH, Boscato LM, Mboloi PN, Stuart MC [1995]. Allergy to laboratory animals among animal handlers. Med J Aust 163(8):415-418.
Chan-Yeung M, Malo JL [1994]. Aetiological agents in occupational asthma. Eur Respir J 7:346 -371.
DeGroot AC, Messerschmidt HJM [1984]. Laboratory animal allergy. Contact Dermatitis 11(2):121-122.
Edwards RG, Beeson MF, Dewdney JM [1983]. Laboratory animal allergy: the measurement of airborne urinary allergens and the effects of different environmental conditions. Lab Anim 17(3):235-239.
Eggleston PA, Wood RA [1992]. Management of allergies to animals. Allergy Proc 13(6):289-292.
Gordon S, Tee RD, Lowson D, Wallace J, Newman Taylor AJ [1992]. Reduction of airborne allergenic urinary proteins from laboratory rats. Br J Ind Med 49(6):416-422.
Harries MG, Cromwell O [1982]. Occupational asthma caused by allergy to pigs' urine. Br Med J Clin Res 284(6319):867.
Hollander A, Heederik D, Doekes G [1997]. Respiratory allergy to rats: exposure-response relationships in laboratory animal workers. Am J Respir Crit Care Med 155:562-567.
Hunskaar S, Fosse RT [1993]. Allergy to laboratory mice and rats: a review of its prevention, management, and treatment. Lab Anim 27(3):206-221.
Kibby T, Powell G, Cromer J [1989]. Allergy to laboratory animals: a prospective and cross-sectional study. J Occup Med 31(10):842-846.
Lincoln TA, Bolton NE, Garrett AS Jr. [1974]. Occupational allergy to animal dander and sera. J Occup Med 16(7):456-469.
Lutsky I, Baum GL, Teichtahl H, Mazar A, Aizer F, Bar-Sela S [1985]. Occupational respiratory disease in veterinarians. Ann Allergy 55:153-156.
Newill CA, Evans III R, Khoury MJ [1986]. Preemployment screening for allergy to laboratory animals: epidemiologic evaluation of its potential usefulness. J Occup Med 28(11):1158-1164.
Newman-Taylor AJ, Gordon S [1993]. Laboratory animal and insect allergy. In: Bernstein IL, Chan-Yeung M, Malo J-L, Bernstein DI, eds. Asthma in the workplace. New York, NY: Marcel Dekker, Inc., pp. 399-414.
NHLBI (National Heart, Lung, and Blood Institute) [1995]. Global initiative for asthma. Global strategy for asthma management and prevention. NHLBI/WHO Workshop Report. Bethesda, MD: U.S. Department of Health and Human Services, Public Health Service, National Institutes of Health, NIH Publication No. 95-3659.
Ohman JL Jr. [1978]. Allergy in man caused by exposure to mammals. J Am Vet Med Assoc 172(1):1403-1406.
Paggiaro PL, Vagaggini B, Bacci E, Bancalari L, Carrara M, Di Franco A, et al. [1994]. Prognosis of occupational asthma. Eur Respir J 7:761-767.
Parker JE, Petsonk EL, Weber SL [1992]. Hypersensitivity pneumonitis and organic dust toxic syndrome. Immunol and Allergy Clin of North America 12(2):279-290.
Renström A, Maimberg P, Larsson K, Sundblad B-M [1995]. Allergic sensitization is associated with increased bronchial responsiveness: a prospective study of allergy to laboratory animals. Eur Respir J 8:1514-1519.
Sakaguchi M, Inouye S, Miyazawa H, Kamimura H, Kimura M, Yamazaki S [1990]. Evaluation of countermeasures for reduction of mouse airborne allergens. Lab Anim Sci 40(6):613-615.
Salvaggio JE, Taylor G, Weill H [1986]. Occupational asthma and rhinitis. In: Merchant JA, ed. Occupational respiratory diseases. Cincinnati, OH: U.S. Department of Health and Human Services, Public Health Service, Centers for Disease Control, National Institute for Occupational Safety and Health, DHHS (NIOSH) Publication No. 86-102, pp. 461-477.
Venables KM, Chan-Yeung M [1997]. Occupational asthma. Lancet 349:1465-1469.
Venables KM, Farrer N, Sharp L, Graneek BJ, Newman-Taylor AJ [1993]. Respiratory symptoms questionnaire for asthma epidemiology: validity and reproducibility. Thorax 48(3):214-219.
Watt AD, McSharry CP [1996]. Laboratory animal allergy: anaphylaxis from a needle injury. Occup Environ Med 53:573-574.
Zejda JE, Hurst TS, Rhodes CS, Barber EM, McDuffie HH, Dosman JA [1993]. Respiratory health of swine producers. Focus on young workers. Chest 103(3):702-709.
Zuskin E, Kanceljak B, Stilinovic L, Schachter EN, Kopjar B [1992a]. Immunological status and respiratory findings in furriers. Am J Ind Med 21(3):433-441.
Zuskin E, Zagar Z, Schachter EN, Mustajbegovic J, Kern J [1992b]. Respiratory symptoms and ventilatory capacity in swine confinement workers. Br J Ind Med 49(6):435-440.
APÉNDICE |
Pautas para la notificación
Los departamentos de salud de los estados deben recomendar a los proveedores que informen sobre todos los casos sospechosos o diagnosticados de asma ocupacional. En estos informes se debe incluir a las personas con:
A. Un diagnóstico médico de asma
y
B. Una relación entre los sÃntomas de asma y el trabajo.
Otros Temas: